Es alarmante y penoso que en varios sectores de la urbe capitalina los talleres informales y los “dealers” de vehículos estén ocupando aceras y partes de las calles como una extensión de sus negocios.
Este desorden, que a su vez fomenta la arrabalización urbana, está afectando gravemente la movilidad y la seguridad de los peatones.
Esta situación obliga a los transeúntes a arriesgarse utilizando las calles, exponiéndolos a accidentes y peligros innecesarios.
Lo más preocupante es la pasividad y la indiferencia de las autoridades frente a este problema.
Sobre todo porque se trata de prácticas y acciones que violan la ley de tránsito y movilidad, así como la 176-07 del Distrito Nacional y los municipios.
El deber de la autoridad es hacer valer la regla, sin excusas.
Por tanto, resulta inaceptable que aquellos encargados de velar por el orden y la seguridad pública, permitan que estos abusos continúen sin tomar medidas efectivas.
La falta de intervención y sanciones a estos talleres y “dealers” demuestra una grave negligencia en la gestión del espacio público y una desatención hacia las necesidades y derechos de los ciudadanos.
Las autoridades deben asumir su responsabilidad y actuar de manera decidida para liberar las aceras y calles ocupadas ilegalmente.
Es imperativo que se tomen acciones concretas para garantizar la seguridad de los peatones y restablecer el orden en las vías públicas.
La indiferencia no es una opción cuando se trata del bienestar y la seguridad de la comunidad.
No se justifica, bajo ninguna circunstancia, esta inexplicable inacción de las autoridades municipales y de organismos estatales para hacer cumplir la ley.
¡Aprieten la tuerca y restablezcan el respeto a nuestros espacios públicos!