Ivet Playà, de 26 años, una fanática de Alejandro Sanz, confesó a través de un video publicado en redes sociales que se sintió usada por el artista, con quien mantuvo una relación íntima después de ser contratada para formar parte de su equipo de trabajo
Según su testimonio, Playà afirmó haber sido admiradora de Sanz desde su adolescencia y se ilusionó cuando el cantante la comenzó a seguir en Instagram en 2015, aunque fue tiempo después que se conocieron personalmente, cuando ella tenía 18 años y él 49..
"Me siguió en redes sociales y yo alucinaba con que alguien como él, tan famoso y querido por todo el mundo, me mandaba mensajes privados y me comentaba mis fotos", contó.
"El vínculo fue a más y quedamos por primera vez en privado cuando yo tenía 18 años. Él tenía 49 en ese momento. Para mí ha sido muy duro asumir que Alejandro Sanz sabía perfectamente lo que yo era, desde el principio lo sabía. Yo era una niña, una niña que con 19 años se puso a trabajar de dependienta para recorrerse toda España, detrás de él. Me hice 10 conciertos en un mes y medio y él lo sabía. Jugó con mis sueños, jugó con mi ilusión", relató.
En ese sentido, la mujer explicó que se mudó de Barcelona a Madrid para cumplir con su nueva labor, que inició como un sueño y se convirtió en una "pesadilla", incluso mencionó que Sanz "me ha llevado por delante", utilizando como apoyo una entrevista que el músico ofreció en marzo para la revista Vanity Fair, donde admite ser "peligroso y llevarse a la gente por delante".
"Con 22 años dejé mi hogar en Barcelona para mudarme a Madrid sola porque Alejandro Sanz me contrató para trabajar para él. En esa época no sé realmente el motivo, pero nos espiaban las conversaciones que manteníamos por privado. La verdad es que, yo al menos, no tengo nada ni tenía nada que esconder", apuntó.
"Mi vínculo personal con Alejandro Sanz fue irremediable y se convirtió en íntimo y sexual. Se suponía que estaba viviendo un sueño, un sueño más de su mano, pero la realidad es que se convirtió en una terrible pesadilla", lamentó.
"Me siento engañada. Me siento utilizada. Me siento humillada. Me siento, incluso, sucia porque no sé quién ha podido llegar a ver lo que yo le mandaba en mi más absoluta e íntegra intimidad", reveló.